Quieres usar tu PKM para pensar, pero no sabes cómo hacerlo.
Seguro que te haces preguntas como estas:
- ¿Cómo puedo procesar mis ideas?
- ¿Cuál es la forma de utilizar mis ideas para seguir creciendo?
- ¿Cómo desarrollo las ideas y las hago crecer?
- ¿Cómo paso de una idea a otra?
En primer lugar, hay que tener muy claro qué es una idea.
Una idea es el comienzo de algo: otras ideas, un proyecto, un sueño...
Pero también tienes que entender y asumir esto: una idea puede no ser nada.
Este enfoque mejorará tu salud. Créeme.
Cuando entiendes que una idea puede no ser nada, te quitas presión. Empiezas a sentir la sensación de libertad. La libertad es lo que necesitas para pensar.
Basándote en este enfoque, utiliza estos principios:
- No pienses mucho.
- Deja que tu intuición fluya.
- Sé pragmático.
Cuando analizo una idea, me hago estas preguntas fáciles e intuitivas:
- ¿Está esta idea relacionada con otra?
- ¿Debo emprender alguna acción con ella?
- ¿Hay alguna duda o pregunta en la que deba profundizar?
Utiliza estas preguntas como guías, pero no pierdas el tiempo dedicando horas a responderlas.
Practica el pensamiento fácil, usando la intuición, confiando en lo primero que te venga a la cabeza.
Enlazar ideas, actuar sobre ellas e intentar encontrar respuestas a puntos abiertos o dudas te llevará rápidamente a aumentar tus conocimientos sobre las cosas que te importan.
Una vez más, el sentido común y la lógica son las mejores herramientas para mejorar tu vida.
Conclusiones
Quizás te preocupe olvidar o perder una idea. No tengas miedo. Si una idea vale la pena, volverás a ella.
No recuerdo cuántas veces me he sorprendido al empezar a escribir una idea y ver que ya la había escrito.
Si nunca vuelves a una idea, significa que no te interesa. No hay tragedia.
Foto de Artur Rutkowski en Unsplash.