Productividad

Cómo Crear Tu Segundo Cerebro y Por qué Roam Research Apuesta por Ello

6 min de lectura

Tengo que admitirlo: soy un “fanático” de la productividad.

Lo siento, pero es la verdad. No puedo evitar interesarme por:

  • Apps de productividad.
  • Procesos de productividad.
  • Gente de productividad.
  • Cualquier cosa sobre productividad.

Resulta que, tras ser un individuo que no usa papel desde hace más de una década, e intentando crear un “segundo cerebro” durante más de 25 años, mi viaje ha estado lleno de puntos de inflexión, momentos en los que he llevado a cabo un salto de gigante para mejorar ese “segundo cerebro” que llevo construyendo durante tanto tiempo.

Creo que este es uno de esos momentos y te voy a explicar por qué un poco más adelante.

Para aquellos a los que este concepto de “segundo cerebro” les resulte extraño, aquí podéis encontrar información interesante y un curso también muy llamativo: [www.buildingasecondbrain.com]

A lo largo de mi día, yo (y tú también) recibo constantemente información:

  • Libros.
  • Posts.
  • TV.
  • Radio.
  • Periódicos.
  • Inspiraciones.
  • Pensamientos.
  • Ideas.
  • Podcasts.
  • Conversaciones.
  • Presentaciones.
  • YouTube.
  • ….

En una lista infinita (y que nos supera) con información que quieres capturar, organizar y, por supuesto, localizar cuando quieras hacerlo. Es imposible tener todo esto en tu cabeza, pero es una pena (y no quieres) perderlo.

“Tu mente es para tener ideas, no para almacenarlas” - David Allen.

Mi “segundo cerebro” como “fanático” de la productividad

Crear un “segundo cerebro”, uno digital, empieza a sonar un poco más coherente, ¿verdad?

Yo empecé teniendo diferentes cuadernos pero, tan pronto como comencé a trabajar con ordenadores, moví mi “segundo cerebro” a uno digital (influencias de Blade Runner).

  • Es para mi más fácil teclear en un teclado.
  • Es más fácil organizar la información.
  • Y es más fácil buscar información si se basa en 0s y 1s.

Tan pronto como aparecieron los teléfonos inteligentes (iPhone en mi caso… Soy también un friki de Apple… Perdón por eso también…) y, más tarde el iPad, emprendí mi camino definitivo hacia la vida sin papel, del cual estoy más que satisfecho.

Puedo decir que tener ese “segundo cerebro” me ha dado mucho:

  • Seguridad.
  • Conocimiento.
  • Creatividad.
  • Capacidad para generar contenido.
  • Productividad.
  • Mejor gestión del tiempo.
  • Foco.

Podría seguir enumerando aspectos positivos todo el día porque es alucinante cómo tu vida puede cambiar teniendo ese “segundo cerebro” a tu disposición.

Ahora, me encuentro en una combinación de muchos softwares y apps diferentes: Due, Omnifocus, Ulysses, Drafts, Evernote, Mindnode, Day One…

Pero si tuviese que elegir una app para definirla como mi “segundo cerebro”, esa sería Evernote.

Me convertí en creyente de Evernote en el momento en el que compré mi iPad2, el 2 de marzo de 2011 (si Wikipedia no falla). Desde entonces, he crecido con esa aplicación, llegado a ser un beta-tester de sus productos.

No tengo queja alguna de Evernote, excepto que me falta una jerarquía de pilas y cuadernos más profunda, sin haber recibido respuesta alguna por parte de la empresa de software.

Pero mi mayor queja de Evernote es no comprender cómo trabaja nuestro cerebro.

Para mí, Evernote no es una aplicación para tomar notas. Para mí, siempre ha sido mi “segundo cerebro”, una gigantesca base de datos de conocimiento (mi conocimiento), en la que almaceno y busco cualquier tipo de información.

La cuestión es que nuestro cerebro no trabaja jerárquicamente. Nuestras mentes no son un conjunto de carpetas, jerárquicamente organizadas. Nuestras mentes son un caos de combinaciones, de pensamientos múltiples interconectados que derivan en conocimiento.

Aquí es donde Evernote falla de forma dramática.

Y aquí es donde, de repente, una nueva app aparece en nuestras vidas: Roam Research.

El nacimiento de Roam Research

Estoy seguro de que te has sentido sobrepasado los pasados meses topándote continuamente con información de Roam Research, sin importar lo que leas, escuches, o veas. Es increíble.

He investigado este pasado fin de semana, y he encontrado algunos puntos clave:

Así que parece que un gran jugador entra en el mercado del software para tomar notas o, mejor dicho, “el mercado del segundo cerebro”.

Qué es “nuevo” en Roam Research

Comparado con Evernote, la idea en la que se centra está cristalina: tus notas no son un fichero en una carpeta, sino un punto en un grafo.

Eso se acerca mucho más a nuestros cerebros: un mapa fluido sin estructura, sin jerarquía, sin pilas, sin cuadernos.

En su lugar, puedes empezar a crear tu propia base de datos de conocimiento. Tu “Wikipedia”.

No suena mal.

Vídeos interesantes para comprender Roam Research

Tras investigar Roam Research, pude encontrar otros competidores como RemNote, Obsidian, y muchos más. Es curioso, nunca presté atención a estas apps (¡soy culpable!). Cuánto importa el marketing y la comunicación para acelerar el crecimiento de una empresa…

Aquí, puedes ver una comparación muy rápida de 11 minutos entre Notion, Roam, Obsidian, y RemNote que puede aclararte las ideas.

Presta especial atención a la diferencia entre herramientas de productividad (Notion, Evernote, OneNote) y herramientas de conocimiento (Roam, RemNote, Obsidian).

Las primeras se centran en el hecho de tomar notas y, las segundas, hacen referencia a cómo gestionar el conocimiento.

Como podrás comprobar desde el comienzo, Roam Research no es tan intuitiva como Evernote, Notion, o OneNote. No esperes que un cuaderno te esté aguardando para que lo abras. Solo una pantalla en blanco y poco más. Minimalismo en puro estado. Por otro lado, algo que me encanta.

Aquí te comparto algunos vídeos de YouTube que te pueden ayudar a comenzar tu viaje por Roam Research de una forma un poco menos traumática:

Soy un ávido seguidor de Tiago Forte. Aquí puedes ver una serie de vídeos en los que él comienza a aprender Roam Research desde cero.

En este primer vídeo de la serie, puedes conocer a Conor White-Sullivan, fundador de Roam Research. Es un comienzo ventoso y un poco extraño, pero la serie va mejorando a medida que avanzas, también conociendo, por ejemplo, a Nat Aliason, “uno de los primeros usuarios de Roam”, como él dice en su curso de 250 dólares para aprender a usar Roam Research.

Aquí también puedes ver algunos otros tutoriales que te pueden introducir en el mundo de Roam Research:

Conclusiones y mi punto de vista

Me he estado preguntando todo el fin de semana por qué diablos no empecé a buscar este tipo de herramienta antes, permaneciendo en mi “zona de confort jerárquica”.

Así es como el día a día reduce tu progreso. Estás tan ocupado que sigues empleando el mismo proceso, las mismas aplicaciones, y los mismos sistemas. Eso es un gran fallo.

No puedes esperar hasta que algo mágico aparezca, rompiendo el mercado. Debería haber sido más proactivo, intentando buscar algo que se ajustase a mis necesidades de una mejor manera.

Hablando de ser proactivo, voy a efectuar un análisis profundo a Notion (lo he estado siguiendo durante mucho tiempo, pero me mantuve, de nuevo, en mi “zona de confort jerárquica”) porque parece una forma de mezclar gestión de proyectos y notas.

Ahora mismo, gestiono estos temas con un proceso en el que combino Evernote y Omnifocus que funciona bastante bien.

No estoy seguro de si Roam Research pondrá fin a mi “historia de amor” con Evernote pero, desde luego, voy a darle una oportunidad. He estado usando Roam Research solo unas horas y tiene algunas características que me parecen un cambio para mi vida.

Cuando vea que algo no funciona bien en Roam Research, lo guardaré en Evernote (todavía creo que son herramientas complementarias y no exclusivas), aunque estoy decidido a usar Roam Research diariamente, ya que me parece que es el punto de vista perfecto que se ajusta a mi (tu) cerebro.

A día de hoy, 21 de septiembre de 2020, no tienen app para móvil ni para escritorio. Los comienzos nunca son fáciles. Creo que 9 millones de dólares podrían ser suficientes para tener algo en el corto plazo. Veremos.

Foto en parte superior cortesía de Christian Wiediger en Unsplash.